martes, 10 de noviembre de 2015

El conflicto

Manejo de conflictos:
      Además de la toma de decisiones, otro proceso de grupo importante es cómo maneja un grupo los conflictos. Cuando éste desempeña sus tareas asignadas, inevitablemente surgen desacuerdos. El conflicto es percibido como las diferencias que dan como resultado cierta forma de oposición.
     Tres distintos puntos de vista han evolucionado con respecto al conflicto.
      El conflicto desde el punto de vista tradicional se refiere a que todo conflicto debe evitarse; eso indica un problema dentro del grupo.
      Otro enfoque, el del conflicto desde el punto de vista de las relaciones humanas, se refiere a que el conflicto es un resultado natural e inevitable de cualquier grupo y no necesariamente es negativo, pero tiene el potencial de ser una fuerza positiva que contribuye al desempeño de un grupo. El tercero y más reciente enfoque es el del conflicto desde el punto de vista de interacción, el cual propone que el conflicto puede ser no sólo una fuerza positiva en un grupo, sino que determinado conflicto es absolutamente necesario para que un grupo se desempeñe de manera eficaz. El punto de vista interaccionista no indica que todos los conflictos sean buenos. Algunos, como los conflictos funcionales, son constructivos, respaldan los objetivos del grupo de trabajo y mejoran su desempeño. Otros, los conflictos disfuncionales, son destructivos y evitan que un grupo logre sus objetivos.

¿Cuándo un conflicto es funcional y cuándo es disfuncional?
      Investigaciones indican que depende del tipo de conflicto. El conflicto de tareas se relaciona con el contenido y objetivos del trabajo. El conflicto de relaciones se centra en las relaciones interpersonales. El conflicto de procesos se refiere a cómo se lleva a cabo el trabajo. Las investigaciones han mostrado que los conflictos de relación casi siempre son disfuncionales debido a que las hostilidades interpersonales aumentan el enfrentamiento de personalidades y disminuyen el entendimiento mutuo, de modo que las tareas no se hacen. Por otra parte, los niveles bajos del conflicto de procesos y los niveles de bajos a moderados del conflicto de tareas son funcionales. Para que un conflicto de procesos sea productivo debe ser mínimo ya que, de otro modo, una discusión intensa sobre quién debe hacer qué cosa puede volverlo disfuncional, debido a que puede derivar en incertidumbre con respecto a la asignación de tareas, aumentar el tiempo para completarlas y llevar a los miembros a trabajar en objetivos cruzados. Sin embargo, un nivel de bajo a moderado de conflicto de tareas tiene consistentemente un efecto positivo sobre el desempeño del grupo, ya que estimula el debate de ideas que ayudan a los grupos a ser más innovadores.
       Debido a que aún no tenemos un instrumento sofisticado de medición para evaluar si los niveles de conflicto son óptimos, demasiado elevados, o demasiado bajos, un gerente debe intentar juzgarlos de manera inteligente.
       Cuando los niveles de conflicto en un grupo son demasiado elevados, los gerentes pueden elegir entre cinco opciones de manejo de conflictos: evasión, adaptación, imposición, compromiso y colaboración. Recuerde que ninguna opción es ideal para toda situación. Cuál enfoque utilizar depende de las circunstancias.


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